Observer
David Rose
Domingo Diciembre 3, 2006
Cuando se han encontrado 12 cuerpos enterrados en el jardín de una casa de México, parecía un caso de asesinatos relacionados con la droga. Pero el sendero condujo a Washington y un encubrimiento que fue directo a la parte superior. David Rose informa desde El Paso…
La primera sospecha de Janet Padilla fue que algo podría estar mal cuando ella telefoneó a su marido a la hora del almuerzo. Su teléfono celular fue apagado. El 14 de enero de 2004, como de costumbre, Luis había salido para el trabajo a las 6 am, y cuando él no respondió a la primera llamada que Janet realizo, después de llevar a los niños a la escuela, ella supuso que él estaba ocupado. Dos semanas más tarde ella sabría la verdad.
«Fue amor a primera vista para Luis y a mí, y asi es como permaneció, después de dos años de novios en la escuela y ocho años de matrimonio,» dice Janet. «Siempre hemos hablado un par de veces durante el día y siempre mantuvo su teléfono encendido. Entonces llamé a mi padre, que es propietario del negocio donde trabaja, y él me dijo: «él no ha venido por aquí». Llamé a mis suegros y no habían visto tampoco, y ya estaban preocupados porque su automóvil estaba fuera de su casa con las ventanas abiertas y las llaves en la marcha. Normalmente el nunca lo dejaría asi…. ‘